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viernes, 18 de octubre de 2013

CAROL II, EL FALO QUE GOBERNÓ RUMANÍA






 Mucho nos gusta en este blog de hacer comentarios jocosos sobre el posible tamaño fálico de sus protagonistas. 
A Rocco Sifredi le encanta nuestro Blog por las múltiples referencias sobre sus "atributos"
No suelen estar demostrados con descomunales y costosas pruebas dignas de C.S.I tales afirmaciones, pero en el caso de nuestro protagonista de hoy sí podemos dar muestras de respeto por encontrarnos ante tal hazaña de la naturaleza, considerado por muchos como el peor monarca europeo del Siglo XX, con mucho desparpajo y siempre con ganas de fiesta:
                                                             
                                                          Llegado desde las entrañas de la misma Transilvania,
                                                         con un falo capaz de romper fronteras y coños vaginas 
                                                         recordado por su pueblo por ser un vividor y un
                                                        derrochador, con todos nosotros:

              "Carol, Príncipe de Hohenzollern-Sigmaringen, más conocido como Carol II Rey de Rumanía"


 Este portento de 3 piernas nació el 3 de octubre de 1893 en Sinaiam, Rumania, hijo del entonces Príncipe Ferdinando y de Maria, Princesa de Gran Bretaña e Irlanda, de Edimburgo y de Saxe-Coburg y Gotha. Por los apellidos podríamos deducir que sus orígenes no se hallaban en una familia de arraigada costumbre mariscadora, ganadera o leñadora de abetos, y estaríamos en lo cierto, su cuna era la Familia Real rumana.
Su nacimiento trajo una cantidad inusitada de esperanzas en este vástago real, el primero en ser diseñado y procreado en el mismo país y no el extranjero, "100% Made in Romania", ya que la familia real (unos advenedizos en el mundillo de las Monarquías) habían nacido fuera del país, su padre era alemán y católico, su madre inglesa y protestante. Así que el bueno de Carol tenía el certificado ISO 9001 que lo acreditaba como rumano y ortodoxo. 
Un príncipe 100% rumano y con un falo de leyenda
Desde pequeño no conocía otra vida que la de ser el futuro rey del país, rodeado de lujos y comodidades. Ya mostraba un carácter magnético que encandilaba a todo aquel que se cruzara por su camino y especialmente a las féminas, quizás fuera una bendición, pero a la larga ese carácter lo llevaría a cagarla fastidiar todo aquello que tuviera relación con la seriedad, el trabajo y la fidelidad.

Al ser heredero al trono de su país, automáticamente se le concedió un escaño en el Senado rumano, un escaño al que le sacó tanta utilidad como un congelador en Alaska ya que su vida estaba consagrada no al bienestar del país, sino a la constante  búsqueda de víctimas para alimentar a su insaciable serpiente de un solo ojo.
Era un secreto a voces que la intensa vida sexual del Príncipe heredero causaba estragos en la corte, el futuro rey del país era un aventurero sexual, siempre en perpetua guardia para detectar a cualquier mujer disponible para follar el coito. 
Este joven príncipe, con apenas 21 años, ya estaba en boca de todo el país, pero no por sus triunfos en el campo de batalla o en sus decisiones políticas como senador, los comentarios se concentraban básicamente en dos:
- La ingente cantidad de amantes y demás mujeres ávidas de relaciones sexuales con el apuesto heredero
- Y el anormal tamaño de su falo real.
Posible escudo de armas del Príncipe Carol

Decían las malas lenguas que algunas amantes tuvieron que pasar por las manos de un experto cirujano para poder recibir (con total garantía anti-desgarro) al enorme cíclope que guardaba el príncipe Carol entre sus piernas.

Le gustaba la vida militar, la jerarquía, los uniformes, los desfiles y todo aquello que su mente de joven aventurero le permitía disfrutar. He aquí que estalla la I Guerra Mundial, todo el mundo se dedica al negocio de repartir hostias bofetadas a granel y  Rumanía duda a que bando unirse. 
"No sé si disparar un fusil o hacerlo con mi polla pistola"

Hasta que las circunstancias (victorias de los Aliados) le incitan a hacerlo en contra de los alemanes y autro-húngaros pensando que eran unos mediocres, con un falo minúsculo e incapaces de competir contra las bien dotadas tropas rumanas y a cambio de anexionarse el territorio de Transilvania...bueno, en papel queda fantástico, un bonito discurso para arengar a los soldados, pero la realidad fue bien distinta: el ejército alemán atravesó las débiles líneas rumanas como si fueran de mantequilla y la familia real tuvo que huir reorganizar la defensa del país fuera de la capital.
Pero como jugaba en el equipo de los ganadores, el final de la sangrienta contienda le proporcionó un cuantioso botín en forma de nuevos territorios para formar los que ellos denominaron "La Gran Rumanía" a costa de los vencidos. 
 ¿Y nuestro héroe con el mayor falo de la (H)istoria rumana? Pues haciendo gala de su innata gallardía deserta regresa del frente en Agosto del año 1918, cuando la guerra daba sus últimos coletazos y Rumanía salibaba pensando en sus nuevos dominios ganados con cobardía tesón y valentía, para casarse en secreto con su  la hija de un militar: Zizi Lambrino, una hermosa mujer que de buenas maneras había aceptado la invitación de ser penetrada por el monstruoso falo del príncipe.
Mi ardor guerrero me pide a gritos asaltar un coño bunker

Huyen a Ucrania y se casan sin invitar a primos lejanos, conocidos de la empresa, cuñados borrachos, etc... fue una boda express, como las que celebran los horteras en Las Vegas. Esta boda no sentó nada bien en la corte y la familia del novio se sintió tan ultrajada que el padre, Fernando  I,  lo confinó en un monasterio durante 75 días para que se le enfriara la cabeza (la de arriba y la enorme que tenía entre las piernas) y consiguió que la Corte Suprema anulara dicho matrimonio.
Pero el bueno de Carol no conocía el significado de "aquí ya no follas fornicas más" y continuó visitando a su ex-esposa (por imperativo legal) a pesar de las objeciones de su padre.
En el año 1920, fruto de las contínuas incursiones del cíclope de Carol entre las piernas de Zizi fue el nacimiento de Mircea, el hijo de ambos que rápidamente no fue reconocido por las leyes rumanas. La solución la encontraron en el bendito exilio, mandaron a la madre y a su vástago a París, con todos los gastos pagados, pensión completa, con la única condición de que no volvieran al país patrio.
Y al Príncipe, como castigo por ser un niño malo, lo mandan a viajar por todo el mundo, bien lejos de ella. 
Zizi y el fruto de follar mantener relaciones sexuales con Carol

Y para rematar la faena y para que el príncipe dejara de añorar el retozar entre las sábanas con la joven Zizi como un alegre cochino jabalí por un campo de amapolas, le amañan un encuentro fortuíto en Suiza con la princesa Helena de Grecia. Obviamente, como su nombre indica, era la hija del rey de Grecia , una niña bien, de buena familia, educada para ser reina, de gustos refinados y delicada cual mariposa.
El evento social de la época se cumplió, la pareja real contrajo nupcias en Atenas en el año 1921, acudiendo a la boda todos los primos lejanos, los compañeros de empresa, los amigos del colegio, los cuñados borrachos y demás ralea.
 
En esta noche de bodas te voy a dar una ración de carne real

 No sabemos a ciencia cierta como pudo cumplir con su deber real sin que la princesa Helena pasara por quirófano para poder consumar el matrimonio habiendo visto la fama que acarreaban las gónadas de nuestro protagonista, pero al fin y al cabo fue un matrimonio de conveniencia y deber patriótico, y 9 meses después (Carol era exacto cual reloj suizo) llegó al mundo el nuevo heredero a la corona, Mihail.  
Una vez cumplida con la misión de engendrar al heredero, Carol se olvidó por completo de su real esposa y continuó con su anterior vida de putero bohemio soñador, dando rienda suelta a su enorme soldado del amor, más desenfrenado que nunca, tomando por asalto multitud de vaginas sin tomar prisioneros... hasta que topa con una mujer de vida alegre, de origen judío y que respondía al nombre de Magda Lupescu, casada en aquel momento con un oficial del Ejército.
Para Carol no es más que un caramelo de menta

Al principio sus encuentros eran furtivos, intentando no despertar aún más las iras de papá Fernando, pero en el año 1925 se olvidan de guardar las formas y se pasean alegramente cogidos de la mano.
Como buen rey que se preocupa por la familia y el bien del país, Fernando I le retira el saludo, los derechos monárquicos y del grupo "familia real" del whatsapp a su hijo Carol, nombrando como heredero absoluto al trono a su nieto Mihail (ese pequeño vástago resultado de la unión de Carol con la insípeda Helena).
Magda era todo lo contrario que la princesa Helena: le encantaba provocar, tenía una boca que cuando la abría hacía subir el pan o le entraba una polla verborrea incorregible, presumida y lo que marcaría su final en la corte, era hija de un judío. Con estos antecedentes no tardó en conseguir ser expulsada (como en Gran Hermano) del país, pero sujetando bien fuerte el rabo brazo de su querido Carol. Éste fue desheredado por su padre de todos los derechos al trono por esa vida llena de putas mujeres de mala vida, obsesión por mostrar su falo a todo el mundo y no mostrar un ápice de interés por ser un niño bueno.
Magda Lupescu, foto perfil del Facebook

Así que nuestra pareja de viciosos se traslada a vivir a Paris, disfrutando de esa vida que solo los libidinosos con los bolsillos bien llenos saben llevar.

Muere el rey Fernando I en el año 1927, sucediéndole su nieto Mihail (el hijo que tuvo Carol con la mojigata de Helena), un niño al que su padre lo miraba con envidia cochina por arrebatarle el trono y al que había eliminado de su lista de amigos del Facebook.

Pasan el tiempo, y como Mihail no era más que un joven imberbe bajo la custodia de unos adultos sin otro afán de instruirlo en el aburrido mundo de la política seria, su padre llega a Rumanía sin avisar para sacarlo del poder y darle a la corte un aire más putero divertido 3 años después.
"Papá, esta noche las putas cervezas las pagas tú"


En un principio todo el  mundo adoraba al nuevo rey, más campechano y con un sentido del humor que arrancaba las sonrisas (y las bragas) a sus súbditos, incluso su exilio parecía haberlo hecho un tipo responsable en sus quehaceres reales... pero llenó el palacio de colegas de juerga, vividores, bohemios y otra ralea de especímenes que únicamente lo llevaron a un fracaso rotundo.
Uno de los ministros organizando el país

Y claro, también influía el poco caballeroso hecho de haber expulsado a la princesa Helena (esa mojigata incapaz de saciar a nuestro héroe) y colocar en su lugar a su calenturienta amante Lupescu, algo que el pueblo llano no le perdonaría.
¿Y qué planes estupendos tuvo el nuevo rey para llevar a su país a lo más alto?, pues empecinarse en llevar a la selección de fútbol al Mundial de Fútbol, sí, por sus cojones honor, ya que el equipo nacional se había estrenado sólo 8 años antes y no estaba en su mejor forma. Pero seleccionó personalmente a los jugadores y los entrenó como espartanos en la cubierta del barco que los trasladó hasta Uruguay, 16 maravillosos días corriendo como pollos descabezados por un barco y aguantando las bromas de Carol en las duchas.... sobre su enorme boa de un sólo ojo.
El equipo nacional de fútbol en una pose muy varonil

Poco más se podría decir de sus maravillosas ideas  para  mejorar el país. Se rodeó de indeseables asesores que le recomendaron pasarse a la moda del "Dictador" que tanto se estilaba en el resto del continente: 
- Sutiles cambios en la Constitución acompañados de finas capas de intolerancia política.
- Adoptando poderes dictatoriales que siempre combinan bien con una buena polla política.
- Creando un halo de ser el salvador del país para conjugar a la perfección con los otros complementos de la moda.

Pero lejos de ganarse el respecto de sus súbditos lo que consiguió fue un rencor exacerbado por parte del populacho que no aprobaban el staff técnico que acompañaba al monarca, sí, esa jauría de vividores de los que hablamos antes. La palabra "corrupción" era inseparable a la figura del Rey.

Y como todo el mundo estaba en un plan agresivo, ya sabemos como se pone la gente cuando se queda sin internet, estalla la 2º Guerra Mundial cogiendo a Carol en fuera de juego... ¿Qué hacer cuando todos tus vecinos se lían a hostias bofetadas?, la opción escogida fue la neutralidad total. Debió pensar que la mierda guerra no le salpicaría, que él era muy simpático y que caía bien a todo el mundo, que Rumanía era una super-potencia y nadie se atrevería tocarle los cojones pies, etc...
Pero fue una mala elección ya que los dos bandos sacaron tajada de su neutralidad:
Por un lado estaba Stalin al mando de la URSS, goloso como pocos, solicitó (de malas maneras) los territorios de Bucovina y Besarabia, haciendo valer el dicho " el tamaño no importa".
Por otra parte estaba Hungría, aliada de Hitler, que quiso un trozo del pastel y se quedó con Transilvania, dando ese toque final de "Nuestro Rey es idiota" en la mente de todos los rumanos.

"Te doy Transilvania a cambio de unas putas cervezas"

Odiado por conocidos y extraños, perdiendo el apoyo de todos los sectores de la sociedad y regalando el territorio nacional a sus vecinos, Carol decide marcharse del país un 7 de septiembre de 1940, totalmente despechado y rencoroso... otra vez su propio hijo se hace cargo de la Corona y él se tiene que ir con su tremendo rabo entre las piernas, al exilio.
"Así dejo el país, bien repartido entre los vecinos, soy un as de la política"


Pero el exilio acompañado de un tren lleno hasta los topes con cuadros valiosos, joyas y dinero en efectivo que había expoliado pedido prestado al Palacio Real se hace mucho más llevadero que irse del país con los bolsillos vacíos.
Después de recorrer varios países, siempre acompañado de Elena Lupescu con la cual se casa en Brasil en 1949, decide establecerse en Portugal y vivir sus últimos días rodeado de lujo y comodidades, como lo hizo toda su vida, pero sin posibilidades de volver a usar su anaconda de un solo ojo en Rumanía.
"Esta noche te pongo mirando a Estoril"

Murió enfermo de cáncer en el año 1953. enterrado en un panteón reservado para la familia real portuguesa (era biznieto del útimo rey portugués) y aquí acabo con este artículo la (H)istoria sobre  un hombre al que los envidiosos (H)istoriadores poseedores de un pene de pequeño tamaño lo han tachado de ser un mal rey, político y casi un ser que destruyó Rumanía bajo su mandato. Como habéis podido comprobar todo aquello no son más que falacias sin fundamento, Carol II fue el mejor gobernante que Rumanía tuvo y tendrá en siglos
Los ministros del Gobierno de Carol II os agradecen la visita al Blog





 

lunes, 11 de marzo de 2013

PEDRO I EL GRANDE... GRANDE DE VERDAD.



Hoy os traigo la figura legendaria de Pedro I Alexéievich o Pedro I el Grande, quinto Zar de Rusia durante la dinastía Romanov (1682-1725) y que es considerado uno de los más grandes dirigentes de la historia de Rusia. Hijo del Zar Alexis I y la segunda esposa de este, Natalia Narýshkina, sucedió a su hermanastro Teodoro III que era un memo y gobernó inicialmente con su hermano Iván V (1682-1696) de Rusia, pero como éste era un poco retrasado impedido físico no le pudo ayudar a modernizar Rusia como Pedro quería hasta convertirla en una de las principales potencias europeas. 

 El chaval que desayunaba como rezan los anuncios de cereales, o sea mucho y bien, alcanzó los 2´04 metros de altura, algo que le hubiese permitido jugar en el CSKA de Moscú por ejemplo, pero como no se había inventado el baloncesto aun, jugueteo con su esposa Eudoxia Fiodorovna con la que tubo tres hijos, y sobre todo con una de sus sirvientas que acabaría convirtiéndose en la zarina Catalina I.
El bueno y pillín de Pedro moriría a consecuencia de una neumonía que acrecentó sus problemas urinarios el 8 de febrero de 1725.
Foto Facebook "mis vacaciones en Suecia bien, gracias a todos"





ASCENSO Y CORONACION.
 Siendo el decimotercer aspirante al trono, el panorama para Pedro no era muy halagüeño y tuvo que esperar a que Teodoro III se muriese sin dejar descendencia y a que su hermanastro Iván V mostrase sus deficiencias físicas y psíquicas para ver la luz al final del túnel. Así, en medio de una disputa por el trono tras la muerte de Teodoro, el consejo de los Boyardos (nobles rusos) eligió a Pedro como Zar, muy bien no debía estar el panorama para escoger a un chaval de 10 años como sustituto de su hermano mermado de 15, eso debió de motivar a su hermanastra Sofía Alekséievna a dirigir una rebelión con los Streltsi, una especie de fuerzas especiales del ejercito, 
A ver quien es el listo que me escondió el I-Phone


que se dedicaron a pasar por la piedra a todo el mundo, incluidos amigos y familiares de Pedro mientras Sofía gobernaba autocráticamente durante siete años hasta que sus hermanos espabilasen. El plan de Sofía incluía erradicar la educación de la vida del pequeño Pedro y este como buen niño se dedicó a vivir del cuento, cometer pillerías diversas y pasar del tema, que era lo que quería Sofía. Hasta que comenzó a frecuentar los barrios de Moscú habitados por occidentales y estos influyeron sobremanera en Pedro que lo formaron militar y políticamente.


 Así espabiló el bueno de Pedro que se dió de cuenta que su malvada hermana le estaba levantando el sitio y se conjuró para deponerla del trono, para lo cual se ayudó de los Streltsi que le habían sido leales a su hermana y pudo recluirla en el monasterio Novodevichi y obligarla a renunciar a su nombre y títulos, lo que no debió sentar muy bien a la Zarevna, o sea Infanta.
 Actuando junto a su hermano Iván V y con las tutorías de su madre, Pedro recuperó el control y se convirtió de pleno derecho en el Zar de Rusia y se pudo ganar su apodo de El Grande, algunos dicen por su tamaño inusual en la época, pero seguro que era por demostrar a los rusos que él poseía el falo más grande.

 Daba miedo: largo, en pequeñas piernas delgadas de alambre, y con la cabeza tan pequeña en relación con el resto de su cuerpo que parecía más algún tipo de muñeco que una persona viviente. Sufría de un constante tic y siempre estaba haciendo muecas: guiñando los ojos, frunciendo la boca y la nariz y moviendo la mandíbula. 
 Así era descrito por el artista Valery Serov. 

   


 DURANTE SU REINADO.
 Pedro, influenciado enormemente por la Europa molona de occidente inició grandes reformas para modernizar Rusia y su ejército según los estándares europeos de la época, tareas en las que encontró fuertes opositores a los que tuvo que subyugar brutalmente, así los propios Streltsi, cualquiera se fía de ellos, los Baskires o los Astracán tuvieron que aprender a levantar la mano para ir al baño.

 Pero Pedro quería más y quería una armada potente como la inglesa por lo que buscó salidas al mar, y buscando se encontró con los turcos, que aún no tenían bengalas como las que lanzan en los campos de fútbol, pero ya gastaban mala hostia y defendían con fiereza el Mar Negro. Pedro fracasó en un primer intento de destruir las fortalezas otomanas de Azov, insistió el muchacho y en un segundo intento y con una armada de treinta barcos el Zar se hizo con las fortalezas y fundó la primera base naval rusa en Taganrog, todo esto durante el periodo de 1695-1698. Pero los turcos, que son tercos, no iban a darse por vencidos y Pedro lo sabía, así que busco aliados en Europa: los franceses eran amiguitos de estos últimos, los austríacos eran unos abucharados y aún encima había que suceder a Carlos II en España y como no, andaban a bofetones, así que era mal momento. Pero él siguió de todos modos y los ingleses, el Sacro Imperio Romano y sobre todo los holandeses le enseñaron a hacer barcos y regir una armada para lo cual contó con asesores como Cornelius Cruys, el cual fue almirante de la armada rusa y les enseñó a jugar al hundir la flota. 


 Al volver a Rusia con esas revolucionarias ideas lo primero que hizo fue anular su matrimonio con Eudoxia que le había dado tres hijos de los que solo uno seguía con vida más allá de la infancia, también ordenó a los miembros de la corte y a sus oficiales que se afeitaran las largas barbas de moda en la zona, pero que no lucían los adelantados europeos y los nobles se enfadaron pues consideraban tan magnánimas pelambreras extensiones de sus falos y pensaron que los ingleses y los holandeses eran gays poco hombres.

 También anuló el calendario ruso que comenzaba el 1 de septiembre e instauró el calendario juliano, asimismo creó un canon de 100 rublos anuales a quien quisiese dejarse la barba y concedió diversos derechos civiles a las mujeres. Para más desgracia de los boyardos el Zar impuso la lectura de un libro que los aleccionaba en buenas costumbres europeas como no limpiarse los dientes con la punta del cuchillo o hurgarse la nariz con el dedo, que serían movidas de una gallardía sin igual, pero que eran y son una guarrada.
 El chaval que quería que su pueblo aprendiese como lo hacían en Europa les enseñó a leer y les puso colegios y universidades, les dió libros y creó el primer periódico de Rusia en 1703 que se llamaba ni más ni menos que “Noticias de acontecimientos militares y otros sucesos dignos de recordación”. 
Con estas leyes proclamo que lo del dedo en la nariz ya no vale



GRAN GUERRA DEL NORTE.
Después de haber alfabetizado Rusia y civilizado a sus nobles, Pedro firmó la paz con los Otomanos para emprenderla a tortas con los suecos, no se sabía estar quieto el Zar. Pero amigo, los suecos de la época no eran como los de ahora que parece que no han roto un plato en su vida y le dieron una sonora tunda, no sólo a rusos, si no también a noruegos y daneses en la batalla de Narva en 1700.


¡Ahora le dices a los suecos que el balón es mío y ya no juego más!


 Los suecos al mando de Carlos XII se envalentonaron y marcharon sobre Moscú, pero tras unas pocas victorias se llevaron un palo en la batalla de Lesnaya en 1708, antes de esto y mientras los suecos se entretenían con Augusto II de Polonia a Pedro le dio tiempo de fundar San Petersburgo y casarse con Marta Skavrónskaya que tomó el nombre de Catalina y que acabaría siendo Zarina.

Una vez expulsados los suecos de territorio ruso, más bien ucraniano, Pedro que era un golosón la emprendió de nuevo con los turcos en 1711 pero esto no fue más que un desastre que obligó a Pedro a devolver los puertos del Mar Negro a cambio de expulsar a Carlos XII de la actual Turquía, a la que se había ido a lamer sus heridas. Viendo que los turcos se le habían resistido volvió contra los suecos -él lo que quería era corretear detrás de alguien, fuese quien fuese- a los que empujó contra Finlandia arrebatándoles parte de su territorio, pero Carlos era bravo y no se rindió… Hasta que se murió en 1718 y los suecos hartos de andar a palos desde hacía casi 20 años y sin nadie que les obligase a luchar firmaron  la paz en 1721 en el Tratado de Nystad lo que dio fin a la gran guerra del norte que en sus últimas etapas había contado con la participación de la casa Hannover y el Reino de Prusia del lado ruso. Esta guerra se saldó con Rusía como dueña de Ingria, Estonia, Livonia y parte de Karelia (antes territorios suecos) cediendo la mayor parte de Finlandia a sus antiguos propietarios.


Y yo que soy guay y triunfador voy a crear mi propia ciudad.



ÚLTIMOS AÑOS.
 Habiéndose visto como un machote después de ganar la guerra se proclamó Emperador de Todas las Rusias y sus acérrimos lo llamaron Padre de la Patria y El Grande, estos títulos fueron reconocidos por algunos monarcas europeos pero no por todos que creyeron que se le había subido el invento a la cabeza y ya deliraba. Nada más lejos de la realidad pues Pedro siguió modernizando Rusia con constantes reformas como la división del país en provincias y cantones así como la fundación de un senado de diez miembros y nueve consejos ministeriales de trece miembros, actos que no gustaron a los boyardos que perdían así poder pero que estructuraron y organizaron la sociedad rusa de la época.
 En 1724, ya con su salud muy mermada debido a sus problemas renales coronó a su segunda esposa Catalina emperatriz ya que su único hijo Alekséi Petróvich era un desobediente y no tenia mucha pinta de ser tan goloso y expansionista como su padre. Así, se había visto "obligado" a torturarlo en 1718 por no hacer caso de las políticas oficiales, luego nos quejamos del clásico zapatillazo materno, también su amante Anna Mons o a su madre Eudoxia fueron castigadas y acusadas de adulterio, el tipo no andaba con bromas, el que no hacía caso... 
Pedro falleció debido a diversos problemas renales y urinarios a los 52 años en 1725 año que se finalizó la construcción del imponente palacio de Peterhof cerca de San Petersburgo, lugar que se llegó a conocer como el Versalles ruso y que es parte del gran legado de este Zar que es recordado en Rusía en infinidad de monumentos y templos.

P.D. También es recordado por el tamaño descomunal de su falo