La multinacional FIAT compra el 30% de acciones de SEAT un
día como hoy de 1967, pasando así del 6 al 36% en una acción que dio motor a
una España casi anquilosada en el ruralismo medieval y que vería frutos tan míticos y simbólicos
para la piel del toro como el 600, el 850, el 131, el 127 o el acicate
definitivo del automóvil en España en aquel entonces, el 124.
Todos ellos modelos
de FIAT fabricados bajo licencia y que eran productos fiables por lo sencillo
de su construcción pero de baja calidad por no decir una puta mierda muy baja
calidad… Luego llegaría Ferdinand Piech y Volkswagen a poner orden y sentido en
el asunto.
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