Kim Jong Um, joven, soltero de oro, hombre de moda y con
cara de retrasado emprendedor es la nueva joven promesa de Corea del Norte para
que el resto del mundo no se olvide de tan dichoso país… Para celebrar que
lleva poco en el poder y poner contentos a sus generales indicándoles que su
tamaño fálico es el adecuado, no se le ocurre mejor idea que amenazar a su
vecino Corea del Sur con la destrucción de importantes objetivos en dicho país
tal día como hoy del 2012.
Los coreanos, los del
sur claro, con la ayuda de sus enormes testículos y de los Yankees le plantaron
unos barcos modernos y potentes al bueno de Kim delante de las costas
norcoreanas y este después de hacerse caca y pis se lo pensó mejor, y eso que según
él, la cosa sería “Una actividad especial que empezaría en poco tiempo y acabaría
en tres o cuatro minutos”. Desde luego el chaval lo de no escupir al cielo no
acaba de entenderlo.
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