01:22 de la madrugada
del 26 de abril de 1986, Chernóbil, Ucrania. A perro flaco todo le son pulgas y
en una Unión Soviética que se desmorona ocurre una de las catástrofes nucleares
de la historia al “petar” el reactor número cuatro de la central energética Memorial
I.V. Lenin de Chernóbil durante un simulacro de corte eléctrico.
El asunto no fue
ninguna coña y un órdago de los buenos, pese a los ímprobos esfuerzos por controlar
la situación, los hechos afectaron y afectaran a millones, si millones de vidas
humanas, a 13 países diferentes por no hablar del desastre medioambiental, la evacuación
de un área de 30 kilómetros que todavía ahora, casi 40 años después, está
considerada zona de alienación radioactiva y una buena burrada de pasta construyendo
sarcófagos especiales para enterrar el reactor… Que por cierto, a día de hoy
sigue guardando un 95% de su material radioactivo original, para darse un
chapuzoncito en sus piscinas de refrigeración ¡eh!
La liberación de
Uranio, Carburo de Boro, Europio y aleaciones de Circonio y Grafito fue 500
veces superior a la de la bomba de Hiroshima y hasta el 2011 estaba considerado
el mayor accidente nuclear y la mayor catástrofe ecológica de la historia,
hasta que “peto” Fukushima I en Japón, aunque esta debido a un maremoto de
proporciones bíblicas no porque bajaran el machete.
P.D: las imágenes del
suceso acojonan de verdad.
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