Tal día como hoy, en 1991, comenzaba un golpe de estado en lo que entonces era la URSS. Gobernaba aquella paradisíaca unión, un tal Gorbachov, un alegre comunista que quería reformar el comunismo porque, por lo visto, no le aguantaba el sprint a los EE.UU, que eran tan malvados como siempre. Pero claro, siempre hay gente que te mira mal y los comunistas de línea dura querían seguir como siempre, en las enseñanzas del padrecito Lenin y murmuraban que Mijaíl era un disidente y más cosas feas, así que intentaron moverle la silla mientras veraneaba.... Como podéis ver la cosa les salió del revés, los rusos conocieron a Boris Yeltsin, se disolvió la URSS y aparecieron como una docena de países nuevos, vamos, que hay días que es mejor no salir de la cama si eres un comunista ortodoxo, por la cara que se te queda sobre todo.
Ahora sí que está todo mucho mejor, en Rusia manda un coronel del KGB, como debe ser.
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