Fallecimiento de Oskar Schindler, sí, sí, ese empresario alemán de buen corazón que salía en la película homónima.
Empresario de éxito, supo rodearse de altos mandos del Ejército alemán para venderles sus productos para su uso en la II Guerra Mundial. Pero como tenía un coranzoncito que no le cabía en el pecho, puso todo su empeño en salvar a todos los judíos que pudiera de una muerte seguro en los campos de concentración. Acabada la guerra, murió en la indigencia en el año 1974 a pesar de la ayuda económica ofrecida por el gobierno de Israel por sus servicios a la (H)umanidad que amablemente rechazó
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