Luis carrero Blanco, macho sideral y presidente del gobierno
de la España de 1973 viaja un 20 de diciembre en su Dodge 3700 GT cuando 100
kilos de explosivos colocados por ETA bajo el asfalto hacen volar su coche por encima de un
edificio de cinco plantas matando a Carrero Blanco, a su chofer José Luis Pérez
Mogena y a un policía nacional.
ETA debió de pensar
que como Carrero Blanco viajaba en un Leopard o un Abrams la cantidad habitual
de explosivo no sería suficiente y trataron de ponerlo en órbita… El magnicidio
tiene también sus dosis de polémica pues ocurrió delante de la embajada Norteamericana
en Madrid y se especula con que la CIA está detrás de todo esto porque Carrero
Blanco “no obedecía ciegamente las ordenes de Washington” según especularon los
soviéticos.
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