martes, 11 de febrero de 2014

LA CRISIS DE LAS CRISIS, LA DE LOS "MISILES" CUBANOS.



Tras un buen tocamiento de huevos breve pero merecido descanso sin escribiros mis fantásticos tocho artículos con los que seguro gozásteis indecibles placeres, vuelvo a la carga. Y no se me ocurre mejor manera de hacerlo que hablando del momento más caliente entre las dos superpotencias de la guerra fría, mi querida Unión Soviética y mi querido Estados Unidos… Sí, habéis supuesto bien, voy a hablaros de "La Crisis de Los Misiles Cubanos", de "Los Trece Días" o de la caca gorda que se hizo el mundo entero por culpa de las desavenencias entre estas dos potencias nucleares durante aquellos largos días. Fue el momento de mayor fricción y que a punto estuvo de desencadenar un holocausto nuclear de los gordos y por el que aún estaríamos tirando huesos al cielo como los monos de Kubrick en su Odisea Espacial 2001… Y lo cierto es que a día de hoy viendo como nos comportamos los humanos a veces, nos hubiese estado bien el desastre atómico para ir calentitos para la cama. Pero vayamos por partes.
El que pierda se paga unas birras... ¿Sobre qué estas sentado Nikita?



 COMIENZAN LAS DISCUSIONES.
Estas no empezaron por causa de unas fotos guarras en internet ni unas faltadas por el Facebook, empezó cuando en 1959 el régimen de Fidel gana poder en Cuba y este dice que los Yankees son muy malos y que no los quieren en la isla nunca más, Eisenhower, el que había estado en España, se enfada mucho y comenzó un bloqueo a la isla, un completo pack que incluía sabotajes a instalaciones económicas y civiles, infiltración de espías, ataques piratas, violación del espacio aéreo de Cuba y un plan que contemplaba la invasión de la isla por disidentes al régimen con apoyo de Estados Unidos que querían seguir gozando de las cubanas y sus playas y ahora Fidel no les dejaba. Así pues, Kennedy lo intentó en Bahía de Cochinos en 1961 una vez más, pero los pringados disidentes adiestrados por la CIA fueron repelidos y Fidel comenzaba a golpearse el pecho muy fuerte y a enseñar su lomo plateado, el era allí el macho Alfa y nadie le daba miedo.

Y te digo que por ese Ford Mercury no te dan un duro Richard... ¿Qué esto no es Fast and Loud...? Vaya


 Los Yankees deciden entonces que si quieres algo lo mejor es que lo hagas tu mismo y diseñan el Plan Mangosta para la invasión militar de Cuba por las gallardas tropas americanas y no por unos gualtrapas mal motivados… Es entonces cuando los rusos se enteran de tal faltada y como Fidel abrazaba muy fuerte el comunismo, casi tanto como Willy Toledo, los ruskyes deciden intervenir. Jruschev, el jefe del Kremlin en aquel entonces y Fidel discuten las alternativas que tiene Cuba en un ataque de Estados Unidos, ninguna, y deciden poner unas cuantas baterías de gordos y pesados “pepinos” nucleares así como aviones a manos llenas y muchos rusos juguetones para defender a sus “primos” cubanos. El despliegue soviético incluía 42 bombarderos Ilyushin Il-28, más de 40 Mig-21, dos divisiones de defensas antiaéreas y cuatro regimientos mecanizados para un total de 47.000 soldados sin contar a cuatro submarinos nucleares de la clase Foxtrot que fueron descubiertos cerca de Noruega por destructores Yankees, pero la estrella del despliegue era el misil con capacidad nuclear R-12 Dvina del cual plantaron en la isla 24 plataformas con más de 40 ojivas nucleares que mandarían al medio este americano al Pleistoceno antes de que les diese tiempo a meterse en sus refugios nucleares. 

Muchos espías Bothan murieron para traernos esta información. (Misil R-12 Dvina)




Todo esto pasaba en entre junio y octubre de 1962 y los Soviéticos se frotaban las manos porque le habían puesto bajo los huevos a los Estado Unidenses sin que se enterasen esa cantidad de poder atómico… hasta que un avión espía Lockheed U-2R Dragon Lady, con ese nombre no puede ser ruso, no tenían tanta imaginación, pasaba por allí a buscar unos mojitos para la tropa y se dio de bruces con los rusos poniendo sus falos pepinos en Cuba, evidentemente la gresca ya estaba montada.
 Kennedy, cuya virilidad y tamaño testicular eran legendarios, pone en marcha a sus muchachos y establece un bloqueo total sobre Cuba con sus aviones y barcos de guerra y se lo dice a su pueblo en un discurso televisado de 17 minutos el 22 de octubre de 1962, los rusos que ya tenían cable, al menos los jefes, vieron el discurso y dijeron que ellos tampoco achantaban con lo que los roces y las fricciones aumentaron, y cuando te rozas con una hermosa moza en un baile mola un montón, pero cuando te rozas con un ruso atómico que tiene un “potente” pepino misil nuclear en su poder, el negocio ya no mola tanto.


EL SABADO NEGRO.
 La tensión entre ambos bandos era enorme y la guerra nuclear se mascaba en el ambiente como trágico final de este episodio de la guerra fría, de hecho el gobierno de Kennedy decretó el DEFCON 2 (Fast Pace) por vez primera y única en la historia, por encima solo está el DEFCON 1 que es cuando ya está la pepa montada y los misiles están cayendo por todos lados volviéndonos a todos radioactivos.
"Y era cuando ellas tenían ese interés en ir para cama..."
 El momento culmen de esta situación y ya con los dedos a cinco centímetros de los “botones rojos” fue cuando un avión U-2 pilotado por el Mayor Rudolph Anderson es alcanzado por un misil soviético y avión y piloto se desintegran sobre Cuba. Ese sábado 27 de octubre de 1962 Dios debió de apiadarse de los seres humanos e hizo que los gerifaltes rusos y americanos recapacitasen unos segundos las consecuencias de un devastador ataque nuclear: fue cuando Jruschev llamó a Kennedy, le dijo que ya estaba bien por hoy, que los ruskies retiraban sus misiles y armamento de Cuba a cambio de que Kennedy no invadiese Cuba, sin olvidarse de retirar unos misiles Júpiter que tenían en Turquía y que el “viento” había apuntado hacia Rusia misteriosamente. Durante aquel largo sábado 27 de octubre los dirigentes de ambos bandos mantuvieron reuniones secretas para intercambiar impresiones de la sensación de estar con los gayumbos cagados manchados y de como resolvían aquel tema tan delicado, para no liar la marrana decidieron pasar de Fidel que seguro que después de escucharlo diez minutos le daban a los botones rojos por pura desesperación.

Un avión U-2 como este estuvo a punto de costar algo más que unos millones de dolares

 En los días siguientes ambos bandos se miraron de reojo mientras desmantelaban sus misiles y las aguas volvían su cauce. Es de señalar el interés que pusieron ambos gobiernos en parar de hacer el gilipollas  tonto con los misiles, pese a la propaganda bélica de la época que decía que los soviéticos tenían monstruos en el Mar Caspio y que los americanos eran seres decadentes que se casaban cuarenta veces y no cantaban el himno a coro. Se considera que ninguno de los bandos perdió su hombría y apostura infinita, que ninguno de ambos se cagaron de miedo y para refrendarlo siguieron peleando en la llamada Guerra Fría, pero mejor en Corea y Vietnam que así no estropeaban el Kremlin ni el Capitolio.

Me devuelves los misiles Fidel...??? ¿De qué misiles me hablas hermano?


FIN DE LA (H)ISTORIA
 Una de las consecuencias más famosas de esta trifulca, aparte de la retirada de armamento, fue la creación del célebre teléfono rojo que conectaba Washington con Moscú directamente por si surgía otro de estos desagradables malentendidos, los dirigentes de ambas potencias se pusiesen de acuerdo más rápido en si se destruían o no…
Luego El Che esbardalló no se qué sobre que los cubanos eran muy valientes, que no habían dicho nada sobre la crisis y que estaban dispuestos a inmolarse atómicamente y a luchar ferozmente contra… contra… ¡Godzilla, por ejemplo!
 Lo más probable es que la gran mayoría ni se hubiese enterado de lo ocurrido.

Y todo para tener uno de estos en el despacho.
 

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